Un regalo para los graduados
Esta iniciativa del área Campus Creativo del Museo Universidad de Navarra, es un obsequio a los nuevos graduados y sus familias, que recibirán un vídeo.
La Orquesta Sinfónica Universidad de Navarra y el Coro Universidad de Navarra se han unido para preparar un regalo muy especial para los nuevos graduados y sus familias: el vídeo en el que interpretan una nueva versión del Gaudeamus Igitur.
A pesar de que el coronavirus ha obligado a cancelar las graduaciones programadas para mayo y junio, los estudiantes de la Universidad de Navarra y sus familias podrán disfrutar desde sus hogares de este himno universitario que siempre acompaña estos actos.
Se trata de una iniciativa que ha impulsado el área Campus Creativo del Museo Universidad de Navarra, realizada gracias al compromiso y el apoyo de las dos agrupaciones y el centro académico. La pieza se estrenó este miércoles en la celebración del evento online ‘i’ de Alumni, dirigido a los estudiantes que este año terminan sus estudios de grado y que pasan a convertirse en Alumni.
Desde la Orquesta, su director, Borja Quintas, explica que han rescatado “el Gaudeamus que escribió el célebre compositor ruso Kuzma Bodrov como obsequio a la Orquesta. La idea es que los músicos regalen a sus compañeros graduados un Gaudeamus especial para ellos, que les haga sentir el apoyo de sus compañeros con la solemnidad y la belleza de la música. Para que se sientan más arropados”.
La respuesta de los miembros de la Orquesta y del Coro, integrados por alumnos de la Universidad de Navarra, ha obtenido un sí rotundo. “Ha sido espectacular. La gran mayoría se ha apuntado y ha hecho sus grabaciones en cuestión de días. Se les ha hecho llegar una maqueta, con la que cada uno graba individualmente su parte, que posteriormente se mezcla en estudio de sonido y se monta en estudio de imagen, siguiendo todos ciertas pautas comunes para darle uniformidad”, detalla Quintas.
Ekhi Ocaña, director del Coro, coincide en que “la organización ha sido estupenda porque los alumnos se mostraron muy contentos de poder realizar este proyecto. Han recibido instrucciones muy claras sobre cómo grabar el vídeo pero, como es lógico, han tenido que grabarse de forma individual, solos en sus habitaciones”.
Este aspecto ha supuesto uno de los retos principales para la agrupación, precisa Ocaña: “Un coro funciona de forma muy orgánica, desarrollando una intuición colectiva sorprendente y basando su fuerza en el trabajo conjunto. Para cantar en coro es fundamental la interacción con los compañeros, sentir la respiración del que canta junto a ti, y ver a tu director, que no solo te marca el ritmo, sino que canaliza la energía de cada individuo para que el coro sienta que son un solo ente. Afortunadamente, durante este curso y anteriores hemos trabajado mucho juntos y tenemos un rodaje y una experiencia como grupo que ayuda mucho en estas circunstancias extrañas. Cuando has cantado en un coro, aprendes el sentido profundo de la palabra confiar”.
La Orquesta, como apunta su director, también ha abordado un desafío similar: “El principal reto es que cada músico grabe sintiendo el conjunto y con la emoción del directo, para que al mezclarlo suene lo más natural posible. La mezcla se hace en estudio, pero el resultado sonoro es exactamente la suma de cada uno de ellos por separado y de su sonido real. Y eso hace que se cree una sensación de directo que consiga emocionar. Sobre todo, porque está hecho con mucho cariño”.
La coordinación entre ambas agrupaciones y el trabajo de edición también ha sido crucial para llevar a buen puerto el proyecto. “Tanto el Coro como la Orquesta tenían unas pautas muy claras, además de la partitura, así que la unión hace la fuerza. Además del trabajo imprescindible de los técnicos que han mezclado los audios individuales y realizado la edición del vídeo”, destaca Ocaña.
Nota de prensa
NdeP – MUN