Una flauta contra la esvástica
Dentro del ciclo dedicado a la “Música degenerada” -la “Entartete Musik”-, nombre con el que los nazis designaron a las composiciones contrarias “a la virtud alemana”, interviene el dúo formado por el flautista Juan Ronda (Valencia, 1971), miembro destacado de la ROSS donde es solista de flauta desde la fundación de la orquesta en 1991 y la sevillana Auxiliadora Gil, catedrática de Piano en el Conservatorio Manuel Castillo. El dúo se presenta con un intenso y excitante programa de obras compuestas por músicos que sufrieron -hasta la muerte, en el caso de Ullmann- la persecución nazi.
Paul Hindemith (1895-1963) fue un músico brillante -teórico, director y gran virtuoso de la viola- que en 1927 era profesor de composición en Berlín y tenía una gran carrera por delante. Hasta que el nazismo lo acusó de “pervertir de la manera más vil la música alemana”. En 1937, se expatrió a Suiza y de ahí emigró a Estados Unidos en 1940. Hindemith escribió un amplio conjunto de sonatas para instrumentos de madera o metal. La de flauta y piano, de 1936, que abre la serie, es una página luminosa y cristalina.
La Suite Paysanne Hongroise de Béla Bartók (1881-1945) consta de arreglos de canciones populares originalmente escritos para piano, transcritos para flauta y piano por Paul Arma y está basada en el folclore húngaro y de los países del Este que recopiló Bartók, quien se expatrió a Estados Unidos en 1940 huyendo de la situación que el ascenso del nazismo provocó en Hungría. Bartók, se opuso a la integración de Hungría en la esfera nazi y se opuso a la interpretación de sus obras en conciertos marcadamente nacionalsocialistas.
Programa
Sonata para flauta y piano de Paul Hindemith
Suite Paysanne Hongroise de Béla Bartók
Klaviersonate nº 6, Opus 49 de Viktor Ullmann
Le Merle Noir de Olivier Messiaen
Sonata para flauta y piano de Bohuslav Martinů
Martes 20 de noviembre a las 20:00hs | Teatro de la Maestranza
Venta de entradas
Ciclo patrocinado por
La Sonata para piano número 6, Op. 49, de Viktor Ullmann (1898-1944), fue compuesta y estrenada en 1943 en el campo de concentración de Terezin -Theresienstadt- donde el compositor fue recluido -como tantos creadores y músicos judíos- para ser trasladado en 1944 hasta Auschwitz, donde murió gaseado. Durante su estancia en Terezin, Ullmann -alumno de Shoenberg y músico brillante- desplegó una intensa actividad musical.
Le merle noir -El mirlo negro- de Olivier Messiaen, para flauta y piano fue compuesta y estrenada en 1951 a raíz de una prueba de acceso al Conservatorio de París donde Messiaen era profesor. Se trata de una pieza muy breve basada en el canto de los pájaros en la que el compositor exhibe su conocida pasión ornitológica. Messiaen (1908-1992), movilizado en la II Guerra Mundial como oficial médico, fue hecho prisionero en Verdún y conducido a un campo de prisioneros entre 1940 y 1941: fruto de esa reclusión nació su escalofriante Cuarteto para el fin de los tiempos.
Finalmente, la Sonata para flauta y piano de Bohuslav Martinú, de 1945, pasa por ser una de las más bellas del repertorio y muestra evocaciones de los sonidos de los pájaros y la dicha de la Naturaleza. Martinú (1890-1959), uno de los grandes compositores checos y vivió en París, donde fue alumno de Rousel, entre 1923 y 1940. Cuando los nazis tomaron París, huyó al sur de Francia y, de ahí, en 1941, logró escapar a Estados Unidos.
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