Con una nueva producción
Il trovatore, uno de los títulos más populares de todo el repertorio operístico: cerrará la temporada 18/19. La nueva producción del Teatro Real, contará con varios repartos liderados por grandes estrellas verdianas como Ludovic Tézier, Maria Agresta, Ekaterina Semenchuk, Marie-Nicole Lemieux o Francesco Meli entre otros, bajo la batuta de Maurizio Benini.
La nueva puesta en escena de Francisco Negrín ahonda en la impenetrable y delirante trama de Il trovatore, en la contradicción vital de la gitana Azucena, entre el amor hacia su hijo y el odio hacia su madre.
14 funciones del 3 al 25 de julio a las 20:00hs | Teatro Real
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Sobre la obra
Dramma en cuatro partes
Música de Giuseppe Verdi (1813-1901)
Libreto de Salvadore Cammarano, basado en la obra de teatro El trovador (1836) de Antonio García Gutiérrez
Estrenada en el Teatro Apollo de Roma, el 19 de enero de 1853
Estrenada en el Teatro Real el 16 de febrero de 1854
Coproducción TR con Opera de Montecarlo y La Royal Danish Opera de Copenhague
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Equipo artístico
Director musical: Maurizio Benini
Director de Escena: Francisco Negrín
Escenógrafo y Figurinista: Louis Desiré
Iluminador: Bruno Poet
Director del Coro: Andrés Máspero
Reparto
El conde de Luna
Ludovic Tézier – 03, 06, 09, 13, 18, 24 Julio
Artur Rucinski – 04, 08, 19, 23, 25 Julio
Dimitri Platanias – 12, 16, 21 Julio
Leonora
Maria Agresta – 03, 06, 09, 13, 18 Julio
Hibla Gerzmava – 04, 08, 19, 23, 25 Julio
Lianna Haroutounian – 12, 16, 21, 24 Julio
Azucena
Ekaterina Semenchuk – 03, 06, 09, 13, 18, 21, 24 Julio
Marie-Nicole Lemieux – 04, 08, 12, 16, 19 Julio
Marina Prudenskaya – 23, 25 Julio
Manrico
Francesco Meli – 03, 06, 09, 13, 18, 21, 24 Julio
Piero Pretti – 04, 08, 12, 16, 19, 23, 25 Julio
Ferrando
Roberto Tagliavini
Ine
Cassandre Berthon
Ruiz
Fabián Lara
Un mensajero
Moisés Marín
Sinopsis
De la impenetrable –y a menudo delirante– trama de Il trovatore, el aspecto que sin duda alguna más atrajo a Giuseppe Verdi fue la profunda contradicción vital en que se ve sumida Azucena, tan llena de amor hacia su hijo como de odio hacia su madre.
El músico buscaba a toda costa revelar las pasiones desbordadas de la mujer, y así lo defendió ante su libretista, llegando a proponerle que abandonaran la historia si no le convencía (como alternativa, le proponía centrarse en una trama que terminaría siendo alumbrada como La traviata).
No fue necesario. La obra se gestó a lo largo de tres años de frenética actividad musical y de serios quebraderos de cabeza personales, pero Verdi logró lo que buscaba. Con un temperamento casi desenfrenado y un ímpetu arrollador, Il trovatore rebosa tensión dramática y genialidad musical, y el resultado es una historia de amor y venganza que avanza con intensidad y de forma imparable hacia la catástrofe final.
Desde su mismo estreno, la ópera comenzó a ganar en popularidad y, más de siglo y medio después, sigue siendo una rotunda cima del repertorio operístico.