Con el fallecimiento de Joachim Kaiser (Milken, Prusia Oriental, 1928), el pasado jueves en Múnich, termina una estirpe irrepetible de críticos musicales y culturales en Alemania. Un linaje que contribuyó a crear el canon cultural de posguerra en la antigua República Federal. Que combinó la comunicación con la solidez intelectual y musical. Pero también que elevó la altura filosófica y literaria de la prensa escrita sin perder autoridad ni divulgación. Y especialmente en un país donde la cultura había sido devorada durante el nazismo por la propaganda. Kaiser mantuvo una intensa actividad como periodista musical y cultural desde 1951 hasta 2011, en que clausuró su video-blog, Kaisers Klassik-Kunde, donde respondía semanalmente a preguntas de los lectores del Süddeutsche Zeitung Magazin. En torno a ese año realizó su última entrevista filmada al director Christian Thielemann, incluida en su integral en video de las sinfonías de Beethoven (Unitel, 2011), y publicó con su hija Henriette una autobiografía de título revelador: “Soy el último mohicano” (Ullstein, 2008).